La amplitud de los días te brindará más tiempo para explorar en una sola jornada nuestro litoral costero y el espacio intermareal del estuario del río Anllóns.
La sombra y el lugar para reponer fuerzas te la ofrecerán las áreas recreativas que se encuentran junto a las playas por las que pasa la ruta Camiño da ribeira (PR-G 148): Balarés, A Ermida o los escondites más frescos de las de O Osmo o A Arnela.
Otra opción es bañarse en el remanso que forma el mar al entrar en la playa de Niñóns y que se conoce popularmente como "el lago". También hay mesas y bancos en el camino hacia el cabo Roncudo, justo al lado de los acantilados.
El calor del sol también te invitará a un baño en estas aguas de color turquesa y cuando llegue el frescor de la tarde, este puede ser el momento perfecto para recorrer los pasos del poeta y bardo Eduardo Pondal a lo largo de la ruta Pondaliana.
En el ir y venir por la ribera, verás que los pescadores aprovechan la marea baja para recoger cebo y la alta, para pescar lubina. Y entre un y otro momento, seguro que te preguntas: ¿a dónde ha ido toda el agua?
Seguro que los cambios del paisaje con las mareas no te dejan indiferente.